Agustín Bravo, el icónico presentador de los 90, se sube a las tablas por segunda vez, pero no le tiembla el pulso porque asegura que va de la mano de un archiprofesional y por ello ‘está siendo muy agradable’. También es su segunda oportunidad a la comedia y, de nuevo, no ha tenido problemas para afrontarla: ‘He tirado de lo que hago en la tele y la radio, de mi sentido común, la risa y la naturalidad’.A pesar de que el texto original de Marc Camoletti data de 1960, la temática de la obra no podría estar más vigente.